Cómo se construye la resiliencia? Sobrevivir, adaptarse y crecer en tiempos difíciles
¿De qué hablamos cuando hablamos de resiliencia? ¿Es soportar lo difícil, adaptarse a lo nuevo o algo más profundo? En este episodio de Hack Tu Vida, conversamos con Marcela Cárdenas, coach de performance, liderazgo y fractional Chief Revenue Officer, sobre lo que significa liderar desde la autenticidad, el equilibrio personal y la capacidad de transformarse cuando las circunstancias lo exigen.
Desde su experiencia liderando equipos y transformando culturas empresariales en América Latina, Marcela comparte una mirada honesta, real y profundamente humana sobre lo que implica sostenerse, y sostener a otros, en medio de la incertidumbre. Porque liderar no se trata solo de dar instrucciones o alcanzar metas corporativas, sino de inspirar con el ejemplo, de construir confianza y crear espacios donde las personas puedan ser ellas mismas, incluso en los momentos más difíciles.
Para Marcela, la resiliencia es sinónimo de liderazgo porque ambos implican la capacidad de sostenerse en medio del cambio, tomar decisiones desde la calma y transformar la adversidad en aprendizaje. Un líder resiliente no se define por evitar el error o anticipar cada desafío, sino por su habilidad para adaptarse y responder con intención. En su visión, liderar no es tener el control absoluto, sino aceptar que hay cosas que escapan de nuestras manos y, aun así, avanzar. Por eso, una persona que cultiva su resiliencia también está cultivando su capacidad de liderar con profundidad, empatía y propósito.
La resiliencia, como ella lo define, es un músculo que se entrena cada día. Y para entrenarlo, necesitamos rutinas, hábitos y espacios que nos recarguen de verdad. Marcela comparte que su rutina matutina, desde ejercicios de respiración hasta escribir tres cosas por las que está agradecida, no es solo una forma de empezar el día, sino una estrategia para construir una base emocional sólida que le permite llevar su vida desde un lugar estable. En ese sentido, liderar también es un acto de generosidad: cómo me sostengo para poder sostener. Cómo construyo herramientas para mí, que después puedo ofrecer a los demás.
Marcela ha ocupado cargos de liderazgo en múltiples industrias y mercados. Pero su visión del liderazgo va más allá de las jerarquías. Para ella, un líder no es quien más habla, sino quien más coherencia sostiene.
La cultura de una organización se moldea desde arriba, no solo con discursos, sino con comportamientos. “Una empresa carga la energía de su gente. Y esa energía viene de los líderes”, afirma. La verdadera cultura organizacional no vive en el manual de valores, sino en las decisiones diarias: cómo se responde al conflicto, cómo se acompaña el cambio, cómo se lideran las conversaciones difíciles. Tener una posición no basta. Lo que importa es cómo se ejerce.
Uno de los puntos más valiosos de esta conversación gira en torno al liderazgo femenino. Durante años, muchas mujeres (incluyendo a Marcela) crecieron creyendo que para ser líderes había que endurecerse, adoptar un estilo más “masculino”, mostrarse invulnerables.
Pero esa fórmula, aunque común, es insostenible. “Lo que me ha hecho fuerte como líder no ha sido la dureza, sino características femeninas como la empatía y la cercanía”, comparte Marcela. Liderar desde lo femenino, sin perder firmeza, pero sin anular la vulnerabilidad, es una apuesta poderosa que muchas mujeres están redescubriendo. Y también un recordatorio de que no hay una única forma de liderar y generar impacto.
Este episodio de Hack Tu Vida nos recuerda que el liderazgo, como la resiliencia, no se construye desde la perfección, sino desde la práctica. Que no se trata de controlar todo, sino de aprender a adaptarse. Que la influencia verdadera nace de la coherencia, y que el impacto más duradero ocurre cuando dejamos huella no por lo que decimos, sino por cómo hacemos sentir a los demás.
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